Norte en Línea - El VIH no es un impedimento para tener hijos

El VIH no es un impedimento para tener hijos

El VIH no es un impedimento para tener hijos
30 Nov
2020

En un contexto teñido por la pandemia del coronavirus, no debemos olvidar la importancia de la prevención y el cuidado ante otro de los grandes virus que ha atacado a la humanidad: el virus del VIH.

Así como hoy estamos en alerta por la crisis sanitaria que este año arremetió contra el mundo entero, fueron muchos los años que las personas con VIH alrededor del mundo tuvieron que esperar para lograr que se investigue y se descubra un modo de poder convivir con la enfermedad, algo que actualmente es posible.


Una de las barreras para el control de esta epidemia fueron los tabúes que generan las enfermedades de transmisión sexual, y como consecuencia la poca prevención y las dificultades para detectarlas. Sin embargo, actualmente las sociedades han avanzado en la toma de conciencia sobre la salud sexual y reproductiva y se promueven las pruebas de detección, que en Argentina son gratuitas y confidenciales. Gracias a los avances tecnológicos y médicos, más de 25 millones de pacientes con VIH pudieron acceder a la terapia antirretroviral (ARV), que se encarga de detener la multiplicación del virus.


“Los avances tecnológicos y las investigaciones científicas dan acceso a una vida saludable para un porcentaje de población que tiene que convivir con enfermedades que no tienen cura. En reproducción, las técnicas para lograr un embarazo pueden ayudar a pacientes con VIH, dependiendo de la reserva ovárica de la mujer y/o del nivel de concentración de espermatozoides en el varón”, señala el Dr. Fernando Neuspiller, tocoginecólogo y director de IVI Buenos Aires.


VIH y embarazo
La transmisión vertical es el contagio de una infección u otra enfermedad de la madre a su hijo, lo que puede ocurrir antes del nacimiento (congénita), durante el parto (perinatal) o después del parto (neonatal). Sin embargo, si el diagnóstico llega a tiempo y la mujer se encuentra bajo tratamiento y con una carga viral indetectable, la probabilidad de trasmisión hacia el futuro hijo es de aproximadamente el 1%.


“En el caso de varones portadores de VIH, previo a realizar un tratamiento de fertilidad, se debe hacer un control infectológico para chequear que se encuentren en condiciones clínicas adecuadas. Es necesario realizar un lavado de la muestra de semen, que se realiza en laboratorios de andrología porque cuentan con unas campanas de alta seguridad, donde las muestras se mantienen separadas del resto de los pacientes”, explica el Dr Omar Layus, andrólogo de IVI Buenos Aires.


Luego de congelar la muestra, mediante técnicas de biología molecular, se verifica que esté libre de la infección. “En el caso de tratamientos de reproducción asistida, el estudio, procesamiento y almacenamiento de la muestra de semen, se realiza antes de la estimulación ovárica para garantizar que la muestra de semen sea apta y segura para avanzar”, aclara Layus.


Por su parte, Neuspiller agrega que “la indicación del tratamiento de reproducción asistida ya sea de alta o baja complejidad, dependerá de los antecedentes, historia clínica y resultados de estudios reproductivos de rutina, que se llevan a cabo en ambos miembros de la pareja. Si uno de los integrantes de la pareja es portador y el otro no, se sugiere recurrir a un tratamiento de reproducción asistida para evitar el contagio”. La edad de la madre o el padre, por ejemplo, es un factor que puede incidir en la búsqueda del embarazo, pero siempre está la posibilidad de recurrir a donantes, a través de los bancos de semen o la donación de ovocitos.


Llevando a cabo las prácticas necesarias, terapias antirretrovirales y estudios previos, se puede lograr la maternidad y la paternidad en convivencia con el virus del VIH y evitando la transmisión vertical.

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