Desde las experiencias rupestres a los muros virtuales, los humanos hemos precisado de la expresión volcada en nuestras casas, puertas, paredes y ventanas. Encontramos modos alternativos, curiosos o cuasi delictuales, artísticos o que lo intentan, para decir lo que nos pasa. Un único sitio en el mundo a tomado un segmento de esa expresión cultural para dar vida a un museo.