La palabra aceite deriva de la palabra del idioma árabe “az-zait” que quiere decir jugo de aceituna. Pero además, cabe recordar que el poeta Homero, hace miles de años, se refirió al aceite de oliva como “oro líquido”.
Fue descubierto y comenzado a utilizar, muy probablemente, hace miles de años, cuando los distintos pueblos que habitaban en la región del Mediterráneo- como por ejemplo, los romanos, griegos y fenicios-, iniciaron el cultivo de olivos y la extracción del jugo de la aceituna. Sin embargo, fue en la Grecia antigua donde el olivo, su fruto y el aceite de oliva, adquirieron la relevancia que aún conservan hasta nuestro tiempo. No por nada, tales elementos se pueden observar representados en monedas o como simbolizando la inmortalidad en antiguas tumbas.
En el ámbito religioso también se puede advertir la integración que han tenido el olivo y el aceite en la cultura popular. De acuerdo a la mitología griega, Aristeo se encargó de difundirlo en la Península Balcánica, el mar Egeo y luego en Sicilia y Cerdeña. No es casual entonces que a Aristeo se le haya considerado el inventor del aceite y de la prensa que se utilizaba para su fabricación.
De cualquier manera, no fue sino hasta el tiempo del Imperio Romano que, el producto se popularizó.
Espíritu de aventura
El origen de Oliva Ilustre está en su finca de 400 hectáreas, ubicada en la provincia de Catamarca. El Valle de Pomán ofrece el ecosistema ideal para el cultivo de los olivares. El suelo arenoso, el clima seco y soleado, el riego adecuado, el aire proveniente de los Andes... todos esos atributos hacen inigualable esta región.
Sobre esta misma tierra construyeron su planta elaboradora.
El aceite de oliva virgen extra es el jugo de la fruta que es la aceituna. Es aquel obtenido exclusivamente por procedimientos mecánicos u otros medios físicos en condiciones especialmente térmicas que no produzcan la alteración del aceite, que no haya tenido más tratamiento que el lavado, la decantación, la centrifugación y el filtrado.
Es un producto natural que conserva el sabor, el aroma y las vitaminas del fruto. Tiene la personalidad de la zona de donde procede.
Es posible clasificarla en diferentes variantes. La irgen extra, de gusto absolutamente irreprochable, de aroma muy intenso y frutado, posee una acidez libre máxima expresada en ácido oleico que no excede el 0,8%. Son aceites aromáticos, que conservan todas sus vitaminas y antioxidantes naturales.
La virgen, en tnto, aunque de menor calidad que el anterior y de aroma algo menos intenso, posee una acidez libre máxima expresada en ácido oleico del 2%.
El aceitue corriente posee con algún defecto ya apreciable. Su acidez libre máxima expresada en ácido oleico es 3,3%. En general se usa para encabezar otros aceites. Este tipo de aceite de oliva virgen no es apto para el consumo humano. Se lo destinará en su totalidad a la industria del refinado de oliva.
El aceite deoliva virgen ha formado parte de la dieta desde tiempos inmemoriales, existiendo escritos que lo describen como el líquido que revitaliza el cuerpo humano. Está confirmado por continuas investigaciones, quees beneficioso para la salud humana, sin embargo, muchos de esos beneficios son desconocidos por el público en general. Favorece el colesterol bueno y combate el malo; s un factor de reducción de la presión arterial; proviene y combate la diabetes y las úlceras gástricas; sus propiedades cosméticas también son numerosas. El aceite de oliva es una fuente muy rica en ácidos grasos esenciales que contribuyen a restaurar los niveles naturales de humedad de la piel. Contiene vitaminas A, D y K y además, se diferencia de otros aceites por tener una mayor proporción de vitamina E, cuya función más importante es actuar como sustancia antioxidante y combatir la formación de radicales libres, máximos responsables del envejecimiento.
La belleza del resultado se aprecia en la calidad, y también en la solvencia con que la compañía lo presenta en el mercado. Aquello de ilustre del título, aporta un valor de nobleza y distinción. En entorno tan complejo como el de la industria nacional a través de las décadas, aportar un producto hecho con ganas de que se destaque y se recuerde, es un valor superlativo que se termina notando en cada gota que baña la ensalada, o inspira a una tortilla. Esa preeminencia de lo ilustre hace que la oliva sobresalga en el plato que le toque para dejar su marca indeleble de hecho con coraje, constancia y afecto, ese de acunar a cada oliva como un vástago propio.
