Norte en Línea - De la Olla

Aquí viene la mano de mi madre. Y de mis abuelas. Porque ellas fueron las que, con sus saberes de tradición y sin ningún sostén científico, me iniciaron en el arte de disfrutar de manera diferente de ese producto tan básico como la leche. Nada de quesos comerciales, ni de yogures frutados.

Hay emociones que se cuelan sin querer en el momento más inesperado, ese instante en que sentimos el perfume de lo que, inequívocamente, nos hacía sentir felices en la infancia o en aquel momento puntual en que la vida nos dio alguna sorpresa. Emociones que van de la mano de las estaciones, las frutas, las flores, los brotes, las especias.

Delicia de Medio Oriente, los garbanzos son legumbres que tienen fama de comida de pobre. Los griegos lo relacionaban con la muerte y entre los romanos tenían una excelente reputación.

Olivas afrodisíacas

El olivo, símbolo de la paz, es tan noble que nos brinda sus frutos versátiles que luego de procesarse nos deleitan con sus sabores, aromas y propiedades.

Frecuentemente escuchamos: somos lo que comemos. A veces se nos pasa de largo, otras veces asentimos y seguimos viaje, pero hay momentos en que nos detenemos a pensar por qué somos lo que comemos y qué haremos para comer mejor.

Desde hace un tiempo a esta parte nos aconsejan comer saludablemente. Y queremos que nuestros hijos se alimenten saludablemente. ¿No podremos probar más una milanesa con papas fritas o unos fideos a la bolognesa?

La berenjena no es muy querida en la infancia, pero a medida que vamos creciendo, vamos aceptando su sabor hasta que en algún momento, sin darnos cuenta, la empezamos a amar. Pero... ¿cómo es que llegó a nuestra mesa?

Que sí, que no, que vaya a saber si todo está inventado en cuestiones de alimentos. La naturaleza es sabia y el hombre, inteligente. A tal punto que desafía a la naturaleza buscando soluciones a los problemas del hambre. Porque todos debemos comer. Es una necesidad básica, pero también es una fuente de placer.

Hace siglos, Hipócrates difundía una fórmula novedosa para sus vecinos de entonces, pero milenaria para otras culturas: los alimentos y las emociones influyen directamente en la salud. A esto le agrego por experiencia propia que, en estos tiempos modernos, también el orden la favorece.

Para comprender el impacto de los hábitos de consumo de cada familia y poner manos a la obra