Estos conocimientos pueden ser aprendidos en forma individual o grupal a través de situaciones problemáticas acordes a las posibilidades cognitivas de cada individuo.
En las personas con discapacidad intelectual existen dificultades en el pensamiento concreto, requiriendo de apoyos con material visual y auditivo para lograr el aprendizaje. Las nociones de: reconocimiento de números, monedas y billetes, conceptos de mayor y menor, reconocer noción de cantidad, el uso de calculadora, y la ejercitación de cálculos matemáticos (operaciones de suma y resta, concepto de vuelto, etc) son básicos en el aprendizaje del manejo del dinero.
Una de las técnicas más empleada para favorecer el aprendizaje, es el Role playing, a través de la cual las personas con discapacidad desarrollan y ejercitan estas habilidades.
Una vez logrado el manejo del dinero, se busca generalizar el aprendizaje a situaciones de la vida cotidiana como: compras de productos, asociar el precio con el dinero, realizar pago de cuentas, calcular vueltos.
Todos estos conocimientos son importantes para poder llevar a la práctica la selección del producto adecuado, calcular el dinero y favorecer la relación entre la calidad y el costo. Estimular la compra, seleccionar el producto, comparar precios, reconocer cuál es más caro o barato y entender el valor de los mismos, los ayudará a realizar compras acordes a su presupuesto.
Es importante, también, favorecer habilidades de organización de sus ingresos, de su presupuesto diario y semanal a través, por ejemplo, de planillas de ingresos / gastos, y estimular la posibilidad de “ahorrar” para lograr la organización y control del dinero y así que puedan reconocer que ésto les permitirá alcanzar nuevas adquisiciones y objetivos.
A través de estos conocimientos y habilidades es que logran independencia en el manejo del dinero, siendo esto una parte muy importante del proceso de autonomía e integración social de las personas con discapacidad intelectual.