Lo que sí es común en todos los casos, es la forma en la que abordan a una potencial víctima y la forma en que se pueden prevenir estos asaltos.
Algunas medidas de prevención para no ser sorprendidos:
• Cambiar las rutinas, variar los horarios de llegada y el trayecto que se realiza a diario para llegar al hogar
• Minimizar el tiempo de ingreso, tener siempre a mano las llaves o el control remoto del portón
• Iluminar bien el acceso a la vivienda
• Mantenerse comunicados: tomar el hábito de avisar que está llegando o llegó al hogar
• En el caso de llegar con niños, poner como prioridad su ingreso. Si tiene equipaje o bolsas que entorpezcan su movilidad, ingrese en dos partes: primero entre a los chicos y después vuelva a buscar el resto de las cosas
• Estar atento a que no haya nadie sospechoso o desconocido en las cercanías. Si lo hubiera, dar una vuelta, conversar con un vecino y esperar a que se vaya antes de entrar
• Despejar el ingreso, no dejar crecer ligustrinas ni arbustos más de un metro de alto en el frente de su casa
• En caso de contar con alarma comunitaria en su vecindario, accionar el botón a los fines de que el resto de los vecinos también salga a la calle como medida preventiva
• Si llega caminando, tenga las llaves en la mano antes de acceder a la puerta y solo hágalo si usted considera que está todo normal
• Ante la mínima duda o sospecha sobre alguna persona o circunstancia extraña, llame inmediatamente a la Policía
En caso de que la entradera se concrete, no se resista y colabore con los requerimientos del delincuente y hágaselo saber verbalmente en todo momento. Transmita un lenguaje corporal de cooperación, con las manos en alto, sin mirarlo directamente a los ojos y sin realizar movimientos bruscos; entregue el dinero y lo que le pidan, y acuerde previamente con el resto de su familia una forma de proceder.
Por Ricardo Katz, Presidente Prioridad 1, www.prioridad1.com