1. Encender el vehículo
Si no utilizás el auto en invierno, la batería se corroe y comienza a fallar. Por eso la recomendación es encender el motor y ponerlo en movimiento, aunque sea diez minutos diarios para que la batería se cargue. Si la misma tiene varios años, lo ideal es llevar el motor a dos mil revoluciones. Estas medidas pueden extender la vida útil de la batería y asegurar su funcionamiento.
2. Corroborar el líquido de frenos
En épocas invernales y en zonas frías, el líquido refrigerante puede volverse espeso a bajas temperaturas y no fluirá correctamente. Si el líquido de frenos no se mantiene, es probable que pueda volverse viscoso y espeso y comience a fallar.
Para prevenir cualquier inconveniente, es importante realizar el mantenimiento en services oficiales, que nos aseguren la aplicación de líquidos refrigerantes de calidad.
3. Prestar atención al líquido refrigerante
Es importante aclarar que el líquido refrigerante puede estar en malas condiciones, más allá de que no caduque ante la falta de uso del auto. En los climas fríos de invierno, el agua puede congelarse, es por eso, que resulta imprescindible utilizar un anticongelante de buena calidad. Además, es ideal chequear mensualmente los niveles de variación de los líquidos para comprobar si existe alguna fuga en el circuito que ayuda a que el producto se acabe rápidamente. Si baja recurrentemente, es posible que exista una falla.
Existen varios tipos de líquidos refrigerantes con diferentes propiedades y aditivos de alto rendimiento que trabajan, por ejemplo, contra la corrosión y ofrecen mayor protección. Un ejemplo son los fluidos concentrados de alto rendimiento como Glysantin® de BASF, que proporciona triple protección, actúan contra la corrosión, el sobrecalentamiento, además de la congelación.
4. Cuidar las superficies
Si bien la pintura tiene el poder de resistencia necesario para soportar las inclemencias climáticas, agentes externos como la temperatura u otros como la radiación solar, las lluvias, o las partículas que se desprenden de los árboles, pueden dañarla.
Los expertos de Repintura Automotriz de BASF, aconsejan realizar periódicamente un mantenimiento de la carrocería para que no pierda brillo, color y poder de protección. Para ello debemos:
a) Lavar el auto semanalmente: ayuda a eliminar partículas que puedan rayar el automóvil. Para esto, es preferible utilizar productos de limpieza específicos que no quiebren la estructura química del barniz y esponjas no abrasivas.
b) Atacar los puntos de corrosión a tiempo: es muy importante que la corrosión no se expanda en la carrocería. Si la pintura muestra averías, se recomienda llevar el vehículo a talleres especializados y reparar los daños. Algunos compuestos químicos, combinados con agentes externos, pueden causar desgastes en la pintura.
c) Proteger la carrocería de agentes externos: evitar solventes como kerosene o alquitrán de asfalto. Hay que evitar que agentes externos como el polen, excremento de aves, o polvo, penetren en el barniz. Para ello solo es necesario utilizar agua y jabón neutro. Otra de las sugerencias es tapar los vehículos con fundas impermeables.